Un nuevo fenómeno se identifica en la gestión de equipos, líderes en tecnología se están enfrentando a una enorme carga de costosas deserciones de integrantes aparentemente por falta de motivación. Hasta hace unos años las empresas intercambiaban fidelidad y lealtad por estabilidad, pero hoy en entornos inciertos como el que vivimos globalmente o entornos VUCA acrónimo en inglés de  Volatility (V), Uncertatinty (U), Complexity (C) y Ambiguity (A),  se empieza a volver el reto más grande que nos plantea la era digital, incluso en gestiones ágiles, una metodología hasta el momento muy exitosa en proyectos tecnológicos.

Pareciera que la suma de variables como el teletrabajo, el cansancio social generalizado, todo sumado a un contexto de desarrollos tecnológicos complejos muchas veces percibidos como interminables y desgastantes,  genera frustración, impactando esto directamente en la relación empleado y la empresa.

Mantener un equipo motivado exige tener un equipo abierto al cambio, a la resolución de problemas con altas habilidades de comunicación y autogestión, encontrarlo puede ser un proceso que involucre un inmenso esfuerzo que muchas veces no tiene resultados exitosos, por esto muchas veces la tercerización en la contratación de talento es un excelente camino, de la manera tradicional encontrar y armar un equipo eficiente es muy costoso en tiempos de selección, evaluación y más hoy cuando el time-to-market es la diferencia entre ser protagonista o coprotagonista en los negocios digitales, luego viene el problema  de retener ese equipo sin perder la curva de aprendizaje, todo esto es complejo, mientras que la tercerización ya ha hecho el trabajo difícil, hay empresas como Exsis Digital Angels que ya han seleccionado entre muchos posibles candidatos y han encontrado los más adecuados para multiplicidad de cargos en el área de tecnología.

¿Pero la pregunta continúa, y la motivación a ese equipo, ahora que ya tengo un ¨dream team¨cómo podemos retener ese talento o incrementar el compromiso en nuestra organización?

La respuesta es motivación 3.0, una motivación intrínseca, que solo depende de cada individuo pero se nutre positivamente de estas 3 dimensiones:

Autonomía, Aprendizaje, Propósito.

Autonomia

Nos gusta tomar decisiones, ser guiados por nosotros mismos, sin una supervisión exhaustiva, esto nos proporciona  confianza, seguridad, liderazgo personal, empoderamiento.

Aprendizaje

Aprender significa superarnos, mejora continua, sentir que se usa todo el potencial genera satisfacción y es divertido, además que plantea la necesidad de mejorar aún más esa habilidad y eso se convierte en una escalera sin fin.

Propósito

Todos buscamos sentido y quisiéramos pertenecer a una empresa con un propósito claro y coherente en sus acciones, ganar dinero es una meta pero no genera orgullo ni pertenencia, si lo hace adoptar el propósito de empresa como propio y generar orgullo corporativo a partir de él, somos amplificadores de propósitos, no de dinero.

Conclusión:

Cuando se implementan programas de motivación en procesos de origen intelectual los premios e  incentivos  son obsoletos, esos se quedan para los procesos mecánicos, la motivación que necesitan los equipos tecnológicos germinará internamente cuando se alineen los valores, deseos e incluso ética personal del colaborador con el propósito corporativo de cada empresa, es en ese momento, cuando adopta una filosofía, una causa que puede y va a defender.